En el mundo empresarial actual, donde la única constante es el cambio, la planificación estratégica tradicional –basada en proyecciones lineales y supuestos estáticos– se ha vuelto cada vez más obsoleta. La incertidumbre económica, los cambios tecnológicos disruptivos y los eventos geopolíticos inesperados nos obligan a repensar la forma en que definimos y ejecutamos nuestras estrategias.
En este contexto, la planificación por escenarios emerge como una herramienta indispensable para navegar en la incertidumbre y tomar decisiones estratégicas informadas. No se trata de predecir el futuro con exactitud, sino de explorar diferentes posibilidades y prepararse para ellas. Es un ejercicio responsable y riguroso que nos permite anticiparnos a los cambios, identificar riesgos y oportunidades, así como diseñar estrategias flexibles y adaptables.
La planificación por escenarios implica hacer un análisis profundo del entorno, identificando los factores clave que podrían afectar el futuro de la empresa. A partir de este análisis, se construyen diferentes escenarios plausibles que representan distintas combinaciones de estos factores y sus posibles impactos en el negocio. Cada escenario debe ser evaluado en detalle, analizando sus implicancias estratégicas y financieras, y desarrollando planes de acción específicos para cada uno de ellos.
Una vez definidos los escenarios y los planes de acción, es fundamental identificar las acciones que se comparten entre los diferentes escenarios, así como aquellas que pueden quedar supeditadas a la evolución del entorno. Esto permite a la empresa establecer una base sólida de acciones estratégicas, al tiempo que mantiene la flexibilidad para adaptarse a los cambios que puedan surgir.
Pero la planificación por escenarios no termina con la definición de los planes de acción. Es un proceso continuo que requiere un seguimiento constante y una revisión periódica de los escenarios y las estrategias. A medida que el entorno cambia, es necesario ajustar los planes y tomar decisiones ágiles para mantener el rumbo hacia los objetivos de la empresa.
Algunos datos extraídos de estudios vigentes que demuestran la necesidad de contar con un enfoque flexible y adaptable como la planificación por escenarios:
En el entorno actual, la vida útil promedio de una estrategia empresarial es de apenas 18 meses.
Un 80% de los ejecutivos considera que la planificación por escenarios es una herramienta valiosa para la toma de decisiones estratégicas.
Las empresas que utilizan la planificación por escenarios tienen un 25% más de probabilidades de lograr sus objetivos estratégicos.
En Summa, hemos ayudado a numerosas empresas a implementar la planificación por escenarios con éxito. En un caso reciente, trabajamos con una empresa del sector de consumo masivo que enfrentaba una alta incertidumbre debido a la volatilidad del mercado y los cambios en los hábitos de consumo. A través de un proceso riguroso de análisis y construcción de escenarios, identificamos las principales incertidumbres y sus posibles impactos en el negocio. Esto permitió a la empresa diseñar estrategias flexibles y adaptables, que le permitieron mantener su competitividad y aprovechar nuevas oportunidades de crecimiento en un entorno desafiante.
La planificación por escenarios no es una bola de cristal, sino una brújula que nos guía en la tormenta de la incertidumbre. Al adoptar un enfoque proactivo y flexible, las empresas pueden anticiparse a los cambios, minimizar los riesgos y maximizar las oportunidades en un entorno empresarial cada vez más complejo y volátil. En Summa, estamos comprometidos a ayudar a nuestros clientes a desarrollar estrategias resilientes y adaptables que les permitan alcanzar el éxito a largo plazo, sin importar los desafíos que el futuro les depare.
Sobre el autor
Ricardo Sonneborn es Socio en SummaPartners y cuenta con más de 20 años de experiencia en consultoría estratégica y finanzas corporativas.